por Jacobo Malowany
Siempre es importante la razón de ser de toda organización. Satisfacer los deseos que se enfrentan a la necesidad especifica de OCIO.
Debemos transmitir seguridad y confianza. Ser parte de una solución y no un problema futuro. Las personas ya no compran la simplicidad de unas vacaciones en una forma determinada. Ahora las personas que confían en nosotros como agentes portadores de experiencias de ocio nos exigen seguridad de que no contraer complicaciones futuras a sus vidas. Somos generadores de emociones positivas, si el turista ha encontrado la tranquilidad que sus vacaciones son lo que realmente ha planificado, de lo contrario puede convertirse en una experiencia negativa como las vividas por pasajeros de cruceros en varios países del mundo en los meses de marzo y abril del 2020 al comienzo de la pandemia.
Soluciones son infinitas, creativas y o de copia de modelos. Lo que no es válido para todos en forma general. Los costos hoy priman en forma categórica. Mantener la calidad del servicio, la generación continua de una propuesta de valor y los puestos de empleo con ingresos de hasta un 50% de aforo por aplicar protocolos abre una brecha importante entre los pequeños y grandes establecimientos.
Es valido pensar que un establecimiento tiene su punto de equilibrio y es base para trazar estrategias de ventas y de servicios. Ahora cuando la capacidad no alcanza este punto se enfrenta a la toma de decisiones que son muy importante considerar y es el motivo de la nota.
¿Su propuesta de valor es aplicable a espacios abiertos que permita dar cabida a mas clientes? Definir propuesta de valor implica inversión en valores diferenciales y si hoy no existen es inviable su creación si no se cuenta con recursos genuinos, ya que el repago de créditos va verse dificultado en el futuro al momento de ser devuelto. Esto implica ayudas de los Estados que seguro no serán de significativo aporte, no esperar mas que simples anuncios e invertir en el sector puede considerarse vital para la reactivación del sector aún a sabiendas de la baja rentabilidad para el próximo lustro para el capital privado.
La nueva pregunta es prioritaria para el Estado ayudar, y facilitar créditos blandos a largo plazo o estimular la inversión privada con ayudas fiscales. Se necesita inversiones en estructuras y rediseños de la oferta turística para el futuro Sin lugar a dudas una disyuntiva que marca el futuro.
La capacidad de aplicar el protocolo ¿le incrementa sus costos operativos?, hace pensar que no es rentable su negocio turístico a priori. La idea es tener socios estratégicos que proporcionan ingresos extras en actividades que antes eran impensadas. Hoy se puede establecer un menú que se pueda ofrecer para varios establecimientos y eso reduce costos. Oportunidad real para crear valor y disminuir riesgos a la hora de la alimentación de los huéspedes y pasajeros. Uso de espacios en común con terceros mas grandes y mayor seguridad.
¿Tiene espacio para crear nuevas propuestas?, es hora de empezar la tormenta de ideas para conciliar el poder de la innovación. El momento no es solo en solitario, es crear alianzas con proveedores para que nos aporten materiales para crear productos o servicios en conjunto. También pensar en los clientes, tomarlos como eje central de la propuesta. Ampliar lo existente en otros espacios le genera a futuro ingresos que deben ser sustentables en el tiempo.
Validar las ideas, no siempre cumplen con las expectativas y muchas veces las superan. Verificar la idea, ejecutarla y evaluarla es parte de un complejo proceso que nos lleva a saber que el camino es correcto.
Los turistas han cambiado diversión por seguridad y los que sigan creando las bases de dar lo que se desea en forma de experiencias emocionales logran resultados mejores y mantienen su organización estable a los momentos de incertidumbre. (Reproducido de Editorial Turística)