Lo habitual es echar la mirada atrás a para ver como evoluciono´ alguna situación similar en el pasado. El ejemplo más citado es del SARS, la neumonía producida por otro coronavirus que afecto’ especialmente a China y que costó la vida a cerca de 800 personas en los primeros meses del 2003.
Las consecuencias en el mundo del turismo y de la bolsa fueron de corta duración y en la segunda parte del año el tráfico aéreo volvió a la normalidad. La bolsa china que había caído un 9% al inicio subió un treinta por ciento en tres meses a partir de abril, según el Financial Times.
Sin embargo este es un ejemplo de las comparaciones odiosas. En el 2003 China representaba un 4 % del PÌB mundial, mientras que actualmente está en el 18%. Desde entonces su tráfico aéreo internacional se ha másque doblado, mientras que el interno se ha quintuplicado. En los últimos tres años China se había encaramado a la cima como principal país emisor del mundo y el de mayor gasto-240.000 millones de euros-, bien es cierto que la gran mayoría viaja a Taiwán, Macao, Hong Kong Japón y Tailandia, mientras que al resto de países se desplazan entre 30 y 40 millones.
Como es lógico los efectos negativos han tenido más impacto precisamente en esos lugares con casinos desiertos en Macao y fuertes caídas en los otros países mencionados.
Cuando las cifras tanto de contagiados como de fallecidos ya se han multiplicado por tres respecto a las de 2003, y todavía no sabemos si el proceso ha empezado a estabilizarse, la OACI, el organismo internacional de AviaciónCivil, cifra en un 80% la reducción en la capacidad aérea en vuelos a y desde China que afecta tanto al tráfico de personas como al de carga. Iberia ha suspendido por un par de meses su vuelo a Shanghái, aunque no parece que eso vaya a tener consecuencias económicas para la compañía dada su nula rentabilidad.
El sector de los cruceros-40.000 millones-es uno de los más perturbados con cincuenta salidas canceladas y siete puertos cerrados tras la cuarentena de más de 4.000 personas, cientos de ellos infectados, en dos barcos de Carnival en Japón y Camboya.
Algunas reacciones están teniendo una gran repercusión mediática. El cierre total del tráfico con Rusia amplia la alarma, mientras que las insensatas declaraciones de algunos políticos americanos como el Secretario de Comercio Wilbur Ross que ha señalado a la Fox que son buenas noticias porque aceleraran el retorno a USA de puestos de trabajo son un ejemplo de egoísmo político.
La coincidencia con el nuevo y variable año lunar chino ha dejado tocado a todo el sistema turístico chino al tratarse de la época de mayor movimiento anual.
En el turismo europeo las consecuencias en el receptivo se centran en el segmento de compras en las principales capitales. La disminución del precio del petróleo afecta positivamente a los precios de los billetes aéreos, mientras que la coincidencia del brote con la temporada alta de reservas especialmente en el Reino Unido y en Alemania – aunque también en el resto de nuestros principales clientes europeos, ha hecho que se incrementen las realizadas a destinos en España. El histriónico Director General de Ryanair ha dicho claramente que al no poder disponer de los 737 max que tenía reservados no puede atender a una creciente demanda de viajes a los destinos a los que vuelan.
Muchos de los viajeros que tenían planeadas vacaciones a China – y también a otros destinos asiáticos- escogerán España. Se trata en general de una clientela de mayor nivel de renta que la media, lo que elevara el gasto turístico por persona.
En España, además de Iberia se verán afectados El Corte Ingles, los outletsde las afueras de Madrid y Barcelona, las tiendas de lujo , algunos hoteles de esas ciudades, los duty free de esos aeropuertos y las empresas que gestionan la devolución del IVA , pero no tendrá un impacto importante en el sistema turístico global. El peligro es que la situación no mejore en el Norte de Italia, nuestro cuarto cliente con una clientela de todo el año a Canarias y otra estacional a Baleares, especialmente a Ibiza y Formentera desde Milán, en agosto.
El positivo de un turista italiano en Tenerife y la cuarentena de mil clientes en el hotel donde se hospedaba son noticias muy negativas.
Una de las principales lecciones de este “cisne negro” es comprobar lo arriesgado de apostar excesivamente sobre mercados emergentes que, porprincipio, pueden tener problemas estructurales que en cualquier momento salen a la luz y desbaratan los cuidadosos planes de los que llevan varios años explicándonos que un turista chino gasta cinco veces más que uno inglés, por lo que hay que centrar la promoción en el gigante asiático.
A priori el “cisne negro” del pasado año, la quiebra de Thomas Cook , a caballo, además del brexit era un evento mucho más grave queconvenció a notables periodistas de que se avecinaba un desastre en la emisión de turismo ingles hacia España.Además había que devolver” los turistas prestados”-
Sin embargo la fortaleza del sistema, basada en un mercado maduro en el que España es el líder, ha permitido superar el bache con daños mínimos en el número de viajeros incluso con aumento del gasto.
Así pues 2020 será un buen año para la cosecha de británicos y malo para la de chinos.
Texto: Ignacio Vasallo
Fuente: FEPET