por Gabriela Sánchez

El año 2024 ha marcado un hito en la historia del turismo español. Según datos preliminares presentados por la Mesa del Turismo en una conferencia de prensa celebrada en el Novotel Center de Madrid, el país ha recibido cerca de 95 millones de turistas internacionales, superando con creces los 85 millones de 2023. Este crecimiento ha impulsado la facturación del sector por encima de los 200.000 millones de euros, lo que representa más del 13% del PIB nacional, consolidando al turismo como un pilar económico clave.

Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, destacó el impacto positivo de estas cifras en la economía nacional: “Hemos superado nuestras propias expectativas. No solo hemos alcanzado un volumen récord de visitantes, sino que también hemos avanzado en términos de sostenibilidad y desestacionalización”.

Aunque los meses de verano siguen siendo los más concurridos, septiembre, octubre y noviembre registraron tasas de ocupación superiores a años anteriores, con un aumento en los precios promedio. Este cambio refleja un esfuerzo estratégico por diversificar la oferta turística a lo largo del año.

El sector también celebró avances significativos en empleo. Durante 2024, más de 80.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social se sumaron a la actividad turística, lo que eleva el total a una cifra cercana a los 2,8 millones de trabajadores. Pero, las previsiones para 2025 son aún más ambiciosas: superar los 3 millones.

Al respecto, Molas no dejó de señalar los desafíos que enfrenta la industria en términos de mano de obra cualificada: “El turismo ha sido en los últimos 60 años un gran sector de empuje económico, lo es en la actualidad y sin duda lo seguirá siendo. Es el sector que mayor estabilidad económica y social aporta a España. Pero, uno de los problemas graves sigue siendo, la búsqueda de personal. El turismo todavía no es un objetivo de trabajo para mucha gente joven y es un error”.

Con la mira en 2025

Para 2025, las expectativas son alentadoras. Según la Mesa, la estabilidad de los mercados europeos tradicionales (Reino Unido, Alemania y Francia) y el crecimiento de mercados emergentes en Asia y América del Norte podrían mantener la tendencia al alza. Además, el aumento en las solicitudes de slots aéreos en aeropuertos como Madrid, Barcelona y Málaga respalda las previsiones optimistas.

Tampoco se podrá perder de vista, la repercusión que puedan ocasionar factores externos como la estabilidad geopolítica y económica. La guerra en Ucrania y posibles tensiones en Oriente Medio podrían afectar el coste del transporte y, por ende, la demanda turística.

Por otro lado, el mercado nacional, una de las bases del turismo español, ha mostrado una leve desaceleración en los últimos meses. De manera que analizar esta tendencia supone uno de los desafíos para fortalecer la demanda interna.

Real Decreto 933

En respuesta a la reciente aprobación del Real Decreto 933/2021, que obliga a las empresas turísticas a recopilar hasta 50 datos personales de cada cliente, la Mesa advirtió que se trata de una normativa que transgrede las leyes de protección de datos europeas.

Carlos Abella, secretario general de la asociación, calificó el documento como un “sinsentido que pone en riesgo la competitividad del sector”. Para Abella, no solo incrementa la carga burocrática, sino que también plantea serios problemas de privacidad para los clientes.

“No entendemos la necesidad de recopilar tantos datos, muchos de los cuales ya están en manos del Gobierno. Esto no solo afecta a la experiencia del cliente, sino que también sobrecarga a pequeñas y medianas empresas, que no tienen los recursos para garantizar la seguridad de esta información”, explicó.

En relación a ello, Juan Molas agregó que la falta de consulta previa con el sector privado ha agravado el descontento: “Este decreto se ha implementado sin diálogo, ignorando las implicaciones prácticas y los riesgos que conlleva”.

La normativa también plantea desafíos operativos. Lo que antes era un check-in de tres minutos ahora podría tardar más de 15, especialmente en hoteles grandes o establecimientos con alta rotación de clientes, subrayó Abella. Además, España sería el único país en Europa con una normativa tan estricta, algo que podría desincentivar a ciertos turistas que podría poner a la nación ibérica en una posición desventajosa.

El balance es claro: España sigue siendo un líder global en turismo, no obstante, los retos también están servidos.

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